domingo, 21 de febrero de 2010

Alejandra Díaz Domínguez

PUEBLA



Principal

NOMENCLATURA
Toponimia
El lugar que hoy ocupa la ciudad se conocía como Cuetlaxcoapan, que significa en náhuatl “Lugar donde cambian de piel las víboras”; Cuetlax se interpreta como despellejarse, cambiar de piel; coa, serpiente o multitud, diversidad cuando se junta, como elemento específico a otros vocablos que tienen funciones genéricas, y pan, locativo.
Escudo de armas
De forma acorazonada, cinco esbeltas torres de oro, sobre campo verde gualda, un río de aguas azules, dos ángeles vestidos de blanco y púrpura con orlas de oro y púrpura, asidos a la ciudad, las letras K y V, que quieren decir Carlos Quinto, una orla cintada, inserta con el versículo II del salmo 90 de David: “Angelis Suis Deus Mandavit de te Ud. Custodiant te in omnibus viis tuis” (El Señor mandó sus ángeles para que te custodien en todos tus caminos).
La Reina, a nombre del Emperador, firmó la Real Provisión, otorgando Escudo de Armas a la Puebla de los Ángeles, el 20 de julio de 1538, en Valladolid, España, por gestiones de don Gonzalo Díaz de Vargas y Vellerino.
HISTORIA
Cuetlaxcoapan fue asentamiento de comunidades aldeanas; en el siglo XV el valle era de “Yaotlalli”, campo neutral de batalla, en las terribles “Xochiyaóyotl”, guerras floridas, que sostenían las poblaciones de Itzocan, Tepeaca, Huejotzingo, Texmelucan y Tlaxcala. El propósito era dominar al adversario para llevarlo vivo como ofrenda a los dioses donde era sentenciado a muerte, peleando en el “Sacrificio gladiatorio” o en la “cuauxicalli” piedra de sacrificios.
El 16 de abril de 1531, fray Toribio Paredes, originario de Benavente, España, a quien los nativos de México llamaron “Motolinía”, funda la ciudad de Puebla, en el Valle de Cuetlaxcoapan, en la margen oriental del río San Francisco. El Lic. Juan de Salmerón, Oidor de la Segunda Audiencia, desde enero de ese año, había informado al Consejo de Indias que ya se comenzaba “a ensayar la Puebla de los Ángeles”. Don Hernando de Elgueta, Justicia Mayor, Corregidor y Presidente del Ayuntamiento, formalizó la fundación de la ciudad el 29 de septiembre de 1531.
Doña Isabel de Portugal, Reina Gobernadora de España, en su Cédula del 20 de marzo de 1532 firmada en la Villa de Medina del Campo, intituló a la población “Ciudad de los Ángeles”, concediendo a sus moradores exención de pagos de alcabalas y pechos, por treinta años. Después se trasladaron los habitantes a la parte poniente del río de San Francisco.
La traza de la ciudad se hizo estilo adamero, parecido al tablero del juego de damas españolas; cada manzana medía 100 por 200 varas castellanas en las que se ubicaban 8 solares destinados a 8 colonos, quedando espacios para nuevos residentes. La construcción de casas se inicia en 1531. El agua potable se introdujo en caños desde los manantiales de Almoloya y de Cieneguillas.
En el período administrativo del corregidor don Luis de León Romano (1554-1557) se empiezan a construir los puentes San Francisco y el de Amalucan, la fuentes pública; se terminaron los arcos de los tres portales que miran a la Plaza Mayor.
Se le concedió Escudo de Armas el 20 de julio de 1538; se le dió el Título de Noble y Leal el 12 julio de 1558; de Muy Noble y Leal el 24 de febrero de 1561, y de Muy Noble y Muy Leal, el 6 de febrero de 1576.
El Cabildo, representado en sus orígenes por españoles y después por criollos, poseía cierta autonomía local, tenía a su cargo el gobierno político de la ciudad y de su jurisdicción. Se integraba por el alcalde ordinario o magistrado y los regidores o concejales.
Presidía los cabildos y actos públicos, el alcalde mayor: su jurisdicción abarcaba las poblaciones de Amozoc, Totimehuacán y Cuautinchán desde el 2 de octubre de 1755.
El 4 de diciembre de 1786, fue sede de la inmensa Intendencia de Puebla, la cual abarcaba desde Veracruz hasta Guerrero.
La traza delimitaba, por el norte, con las actuales avenidas 18, 16 y 14 oriente-poniente; al oriente con las calles 9 y 5 sur; al sur con las avenidas 15 y 17 oriente-poniente; al poniente con las calles 6 y 8 Norte. Alrededor de la traza vivían los grupos aborígenes, mestizos, mulatos, negros y otras castas.
Se establecieron en Tlaxcaltecapan, los tlaxcaltecas, denominado Barrio de San Juan del Río, extendiéndose al Barrio del Alto. En el Barrio de Santa Ana se ubicaron los cholultecas. El Barrio de Santiago se integró con huejotzincas, calpanecas, itzocanos y cholultecas. El Barrio de Analco se formó con tlaxcaltecas y mixtecos. Otros barrios fusionados con grupos de distinta procedencia fueron San Pablo de los Naturales, San Sebastián, San Antonio de Coleros y San Miguel. Los barrios eran administrados y gobernados por un alguacil de su propia etnia; las relaciones que tuvieron con las autoridades españolas o criollas de la Ciudad, no fueron cordiales. El canónigo Francisco de Leyva colocó la primera piedra de la catedral el 29 de agosto de 1536, tres años después estaba abierta al culto. Sufrió muchas reparaciones, hasta el 18 de Abril de 1649 fue consagrada; sus portadas y torres se terminaron mucho después.
Los Franciscanos, en 1535, estaban construyendo su iglesia y convento que terminaron en 1585.
En el año de 1534, los dominicos iniciaron la construcción de su convento e iglesia: en 1611 casi estaban concluídos.
Los Agustinos principiaron su iglesia y convento en el año de 1550 y en 1629 fueron consagrados.
Por 1586, los religiosos carmelitas edificaron su iglesia y convento, consagrados en el año de 1628.
En el convento de Santa Bárbara, después conocido como de San Antonio, los franciscanos colocaron la primera piedra en el año 1591; en 1593 se inició la construcción de la iglesia.
La orden de los mercedarios concluyó su templo y convento San Cosme y San Damián en el año de 1598.
La iglesia del Hospital de San Pedro fue construída en el año de 1564; el hospital se modificó dándole mejor aspecto.
El hospital de San Juan de Letrán o de Nuestra Señora de la Limpia Concepción se establece desde el año de 1538 destinado a la atención de mujeres. Posteriormente fue el Colegio de San José de Gracia, para casadas.
Para la curación de los indios, en 1563, se estableció el hospital de San Pablo de los Naturales.
El convento de la Purísima Concepción se fundó en el año de 1593, al igual que su iglesia.
El convento de Santa Catalina de Sena, de monjas dominicas, y su iglesia, se concluyen en el año de 1594; de esa fecha también es el convento de monjas jerónimas.
Se comenzó a construir el Colegio de San Juan Evangelista en el año de 1587, fue el primer seminario. Se agregaron los colegios de San Pedro y San Pablo por disposición del Obispo Juan de Palafox y Mendoza, en 1646.
El Colegio de San Pantaleón se edificó en 1744, anexándose al Palafoxiano.
El Colegio del Espíritu Santo, dirigido por sacerdotes jesuitas, inició sus labores en el año de 1578; su primer rector fue el S.J. Don Diego López de Meza; asistían a él estudiantes internos y seglares. La facultad de Bachiller en Artes -3 años de estudió- comprendía el tribium: gramática, retórica y dialéctica. La iglesia se inició de 1583 (intervino en ambas fundaciones Don Melchor de Covarrubias), se consagró en el año de 1600. El seminario de San Jerónimo se construyó en 1579.
Estas instituciones rivalizaban culturalmente con el colegio de San Luis Rey de Educación Superior, fundado en 1558 por el alcalde mayor Don Luis de León Romano, y administrado por dominicos en el año de 1585.
El Santo Oficio de la Inquisición se estableció en el año de 1576; decomisó libros de Erasmo de Rotterdam; inició el proceso de los “alumbrados” Juan Plata y Alonso Espinosa en 1598; se enjuició a sor Micaela de San José, acusada de “ilusa” ; se procesó por judío a don Diego de Alvarado, se sacó en “auto de fe” a Martín Villavicencio y Salazar. “Martín Garatuza” en 1648, por embustes. Desapareció el Tribunal de la Inquisición hasta el año de 1820.
Los molinos de “pan moler” o sea molinos de trigo, funcionaron en el año de 1531, el de San Francisco; en 1543, el de Santo Domingo; en 1537, el de Huexotitla y el del Carmen; y el de San Antonio, en 1569.
Al finalizar el siglo XVI había 33 obrajes de tejidos, en el Barrio del Parían de los Tornos vivían casi todas las hilanderas de la ciudad. Se fabricaba loza, de cerámica vidriada, talavera; se fabricaba vidrio. Había “mercaderes de ambos mares", comerciantes, y residían 1500 españoles.
En el año de 1604 se establece el convento de monjas de San José de Carmelitas Descalzas.
Se fundaron los conventos de monjas franciscanas, el de Santa Clara, en 1607, y el de la Santísima Trinidad, dedicado en el año 1619 de suntuosas y bien construidas fábricas.
Las monjas dominicas consagran el convento de Santa Inés de Monte Policiano, en el año de 1620.
El convento de Santa Mónica, de monjas agustinas, se construye en 1686.
El orfanatorio de San Cristóbal se fundó en el año de 1604 y Santa María Egipciaca, edificio destinado a recogimiento para mujeres.
Se fundó en el año de 1628 en el hospital de San Juan de Dios. Al cuidado de los Hermanos de la Caridad quedó el hospital de San Roque; en 1608 estaba en construcción.
El hospital de Convaleciente de Belén, fundado en 1682.
El Hospital de Mujeres convalecientes de Santa Inés de Monte Policiano, fundado en el año de 1689.
En el año de 1646, se fundan el Colegio de las Vírgenes de la Purísima Concepción y el Colegio de Niñas Vírgenes de Jesús María.
Se establecen el Colegio de Niñas Mercedarias de Nuestra Señora de Guadalupe y el de Monjas de la Enseñanza, de Nuestra señora de los Gozos.
La Iglesia de San Jerónimo se dedicó al culto en 1635.
Los jesuitas fundan, en el año de 1624-25, el Colegio de San Idelfonso, de educación superior.
Empezó a funcionar la imprenta, en 1640. De este año a 1821, se publicaron 1, 928 Libros.
En el año de 1700 había crecido la población a 68, 000 habitantes.
La Compañía de Jesús, de sacerdotes jesuitas, fundan en 1702, el Colegio de San Ignacio, y en 1751, el de San Javier, colegio para misioneros indígenas. En el año de 1790 se fusionan los colegios de San Jerónimo y el de San Ignacio, pasándose al edificio del Espíritu Santo, con el nombre de Real Colegio Carolino. Las monjas carmelitas de Santa Teresa la Nueva, advocación de la Soledad, en 1747 erigen su convento.
Las monjas dominicas construyen el convento de Santa Rosa, en el año de 1740.
El puente sobre el río Atoyac se construye en 1702; el Puente de México en 1710; el nuevo Palacio del Ayuntamiento en el año de 1714; se iluminan las calles con faroles en 1763; se erige la fuente de San Miguel en 1777, y el empedrado y adoquinado en las calles se inicia en 1786.
Las hermandades religiosas o cofradías se organizan para mantener el culto religioso, dar ayuda a los hospitales, cooperar en los entierros de los necesitados.
En el año de 1750, había cuarenta y ocho cofradías registradas; de las más representativas se citan: la del Santísimo Sacramento y la de San Eligio, de los Plateros; la de San Crispín, de los sastres; la de Jesús, de médicos, cirujanos y barberos; la de la Sangre de Cristo, de los negros; la de San Nicolás Tolentino, sostenía una botica.
Los “asientos” o monopolios de tabaco, de nieve, de naipes, de papel sellado, de moneda, de pulque, de juego de gallos, eran administrados por el gobierno virreinal; algunos ramos los vendían a particulares.
Este sistema permitió el encarecimiento de la vida por el alza de los productos.
Hubo otros factores que influyeron negativamente en el desarrollo de la ciudad: el matlazahuatl o tifo del año 1737; un motín de descontento, en 1747; alborotos en el Barrio del Alto, por el estanco del tabaco; en el Barrio de San José se alzó el pueblo contra la tropa, en 1765; las heladas de 1785; la epidemia de viruelas en el año de 1797.
A mediados del siglo XVIII, habían quebrado varios obrajes de tejidos, por la competencia europea y china.
En el año de 1793, había 56,859 habitantes, 11,000 menos que el siglo anterior.
En los primeros años del siglo XIX, sólo se acondicionan las instalaciones de los Fuertes de Guadalupe y Loreto.
Fue sitiada la ciudad en Julio de 1821, por la tropas de don Nicolás Bravo y de Don José Joaquín Herrera; en julio de 1833, por los generales Mariano Arista y Gabriel Durn; en junio y julio de 1834, por el Gral. Luis Quintanar; en enero de 1845, por el General Antonio López de Santa Anna; en Enero de 1856, por Don Antonio Haro y Tamariz, en Noviembre del mismo año, por el General Tomás Moreno; por los conservadores e imperialistas franceses, derrotados el 5 de Mayo de 1862. Nuevamente, por los conservadores e imperialistas franceses, del 16 de Marzo al 17 de Mayo de 1863, día en que capituló el Ejército Mexicano. El 8 de Marzo de 1867 ataca Don Porfirio Díaz y el 2 de Abril entra triunfante.

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